En el universo ilustrado de Montserrat Turqueza habitan flores y animales multicolores, mujeres de largas cabelleras moradas y vestidas con textiles tradicionales, canastas repletas de frutas y verduras del mercado, hojas de maíz, árboles y plantas varias, montañas y estrellas, muchas estrellas. Su obra es una colección de simbolismos propios de su tierra natal, Oaxaca. Sus lienzos están repletos de texturas y patrones, de morados profundos, lilas suaves, turquesas y rosas encendidos. Los contrastantes colores que dan vida a sus ilustraciones narran historias de emociones profundas y de la rica herencia cultural de la artista.

“Manantial” Ilustración de Montserrat Turqueza

“Últimamente he estado pensando en qué me llevó a hacer mis ilustraciones”, relata la artista. “He trabajado en esto unos diez años, pero al inicio, mi ilustración era siempre muy vaga y comercial. Nunca la había enfocado a un tema muy personal. Fue cuando al tener una pérdida muy fuerte, perdí a uno de mis bebés, tomé de ese dolor para hacerlo más personal.

La única forma en la que empecé a salir de mi duelo fue dibujando y proyectando lo que sentía en ese momento. Aprendí a gestionar mis emociones, procesarlas y convertirlas en ilustraciones bonitas y digeribles, mientras también iba dándome cuenta de que no era la única que pasaba por una situación así. La raíz de mi proyecto empezó ahí y dibujar es lo que me hace feliz, lo que me hace sentir tranquila.”

A través de sus ilustraciones, Montserrat comparte su proceso de duelo y sanación de una forma colorida y llena de significado, con la que mucha más gente se siente identificada. Esta sinceridad se ha convertido en el sello distintivo de su trabajo, en el que plasma constantemente elementos de su entorno y vida cotidiana. Su propia identidad está profundamente arraigada en Oaxaca. Su madre, originaria de Etla, le inculcó desde pequeña un fuerte sentido de pertenencia y conexión con su herencia cultural.

A través de relatos y leyendas familiares, Montserrat aprendió a valorar sus raíces y a entender las complejidades de su historia, que transmite con orgullo a su familia para continuar su legado. “Para mí es muy importante que mis hijas aprendan de dónde vienen y cómo somos, sin idealizar nada. Por eso es muy importante saber observar. Me gusta salir al mercado y tener registro de cómo son las plantas, las mujeres, sus facciones y los tonos de piel.”

La figura femenina es central en las ilustraciones de Montserrat, inspirada por la constante presencia de las mujeres en su vida, madres, tías, hijas, y por supuesto, ella misma. Pero más allá de reproducir cánones de belleza que se alejan de su realidad, es observadora de los rasgos propios de su comunidad. Las facciones, las tonalidades de la piel, los atuendos, todo ello se refleja con naturalidad en las mujeres que pinta.

En las ilustraciones de Montserrat, las mujeres oaxaqueñas son maestras, diosas de sus respectivos campos, y su obra rinde homenaje a su belleza y fortaleza

Además, en una región donde los círculos artísticos están dominados por hombres, Montserrat busca dar visibilidad y representación a las mujeres a través de su arte. Sus ilustraciones celebran a las mujeres oaxaqueñas en roles fundamentales, como cocineras y artistas textiles, quienes a menudo no reciben el reconocimiento que merecen. Para Montserrat, estas mujeres son maestras, casi diosas de sus respectivos campos, y sus ilustraciones rinden homenaje a su belleza y fortaleza.

Una de sus obras más queridas, Maíz, es un tributo a las mujeres que trabajan en la Central de Abastos, donde convergen las diversas comunidades de Oaxaca. En esta ilustración, Montserrat representa a una mujer con un rebozo de bolita —usado cotidianamente y por la mayoría de las mujeres— abrazando maíces de diversos colores, y rodeada de flores de calabaza, chilacayota y guías. Este homenaje resalta no sólo la belleza estética, sino también la resistencia y el esfuerzo de estas mujeres, captando a detalle la esencia de sus vidas y su trabajo.

“Me gusta mucho tener esta oportunidad de proyectar lo que veo en mis ilustraciones y emocionalmente meterme por completo en mi trabajo. Cuando hago comisiones para otras personas o marcas, me desapego completamente, trato de no implicar mis emociones en ellas, porque para mí lo que siento es muy valioso y eso no lo puedo vender, no lo puedo regalar. Puedo ofrecer mi talento, pero mis emociones no. Las guardo para mí y para los proyectos importantes aquí en mi localidad. Crear siempre va de la mano con lo emocional.”

El uso del color morado es una constante en su obra. Este color, que ella ha hecho suyo, simboliza tranquilidad y fuerza femenina. Montserrat ha experimentado con diferentes paletas de colores, pero el morado ha sido el eje central de todas ellas. Es un color con el que juega en sus distintas tonalidades, desde los más oscuros —evitando así el negro, que ha vetado de su paleta— hasta los tonos más suaves, lilas casi rosas. Incluso, más allá del lienzo, Montserrat utiliza el morado y sus diferentes gamas en su guardarropa cotidiano. “Ahora la gente, si no me ve de morado, se sorprende, ya me quedé con él. Es un color muy noble y a mí me gusta muchísimo.”

El morado, una constante en su obra, simboliza tranquilidad y fuerza femenina

Su día a día como artista independiente entrelaza continuamente a su familia y su trabajo. Junto a su esposo, quien también es diseñador, Montserrat ha creado un proyecto de ilustración que ha crecido significativamente en los últimos años. La pandemia les permitió conectar con una audiencia más amplia a través de redes sociales, consolidando su presencia en Instagram y otros medios digitales.

Aun así, buscan fomentar relaciones más cercanas, por lo que abren su taller para recibir visitas. “Es bien sabido que aquí en Oaxaca nos gusta mucho la fiesta, el compartir y ser buenos anfitriones. Y uno de los pilares del proyecto es tener una buena amistad con nuestros clientes y con las personas con las que coincidimos. Nos gusta mucho traspasar esa barrera que hay en las redes sociales y nos gusta mucho que vengan al taller. Ha venido mucha gente y eso nos hace muy felices porque queremos que encuentren en nosotros mucha amabilidad y calidez.”

Visita al taller
Si viajas a Oaxaca y te gustaría visitar el taller de Montserrat Turqueza, contáctala a través de su IG @monturqueza y ¡agenda una cita!
En su taller, su hogar, su espacio. Foto cortesía de Montserrat Turqueza

Hoy, Montserrat gestiona su taller y su hogar, y junto a un equipo de mujeres que la apoyan a diario, crea un ambiente donde el arte y la vida familiar coexisten armoniosamente. A pesar de los desafíos, Montserrat encuentra en su rutina diaria y en su entorno una fuente constante de inspiración y motivación.

“Quiero seguir aprendiendo de todas las personas que conozco y morirme pintando. Eso deseo, pintar y pintar al lado de mi esposo, estar juntos y trabajar juntos porque es algo que disfrutamos mucho; hacernos viejitos pintando.” Y aunque gran parte de su trabajo lo realiza digitalmente, —dada la demanda y velocidad que su clientela exige— Montserrat anhela constantemente regresar a la pintura tradicional. Es su medio favorito, en el que conecta con sus emociones y mantiene su creatividad sincera.

A través de sus ilustraciones, se puede apreciar el arte como una poderosa herramienta que, por un lado, rinde homenaje a la belleza de la cultura oaxaqueña y, por otro, brinda un espacio para las historias personales y las emociones más profundas. Su obra tiene una estética cautivadora, desde los detalles más mínimos hasta los simbolismos recurrentes que expresan su amor por Oaxaca. Las aves, las mujeres, las flores y cada elemento de sus ilustraciones van dando vida a un lugar donde las emociones y las historias están bellamente teñidas de púrpura. 


¿Visitarás Oaxaca pronto?
Para quienes visitan Oaxaca, Montserrat recomienda experimentar la autenticidad y la riqueza de su cultura, desde probar bebidas tradicionales como el tejate y el agua de chilacayota hasta explorar los mercados y apreciar los textiles locales.

Además, como enamorarse de alguno es prácticamente inevitable, Montserrat recomienda prestar especial atención al origen de estos textiles y preferiblemente consumir directamente del maestro o maestra. Ella aboga por un turismo consciente que no solo disfrute de la belleza de Oaxaca, sino que también reconozca y respete las complejidades y desafíos que enfrenta la comunidad.


Una versión de este artículo aparece impreso en el Número 3 de Álula Magazine, con el encabezado: “Arte, emoción y tonos moradosLas ilustraciones de Montserrat Turqueza

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